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Código Omega: Red de Sombras I (2025): ¿cómo vences a un enemigo que puede editar la realidad?

Te buscan. Saben lo que hiciste. Saben dónde estás. Y pronto, ni tus recuerdos serán tuyos.

Últimamente me está dando muy fuerte por el género del thriller. Lo tenía algo aparcado, dado que sus historias suelen rondar en torno a un asesinato y nos muestran siempre la peor cara de los personajes implicados, algo que en este momento no me apetecía leer. Pero, cuando la intriga se gesta en torno a un peligro tan potencialmente real como el que nos plantea González Prieto en su novela, el thriller se hermana con una ciencia-ficción dolorosamente posible, dando como resultado una conjunción que no deja indiferente. Te cuento por qué.

Lo que el autor te cuenta

La justicia era su obsesión. La verdad, su única regla. Cuando la auditora Ana Martínez tiró del hilo equivocado, no destapó una simple trama de corrupción. Despertó a un enemigo que no debería existir.

La llaman Omega. Nació como una inteligencia artificial, pero ha evolucionado hacia una oscura tecnología de control capaz de reescribir la realidad. Su objetivo: pulverizar la reputación de Ana, borrar su existencia digital y, en su jugada más cruel, convertir a su propia familia en el arma para destruirla.

Acorralada y sin poder confiar en nadie, su única salida es su hermana Carmen, una experta en ciberseguridad con un pasado en la Interpol. Juntas no solo huyen. Contraatacan.

Lo que te contamos nosotros

Por dentro, esta es la historia de Ana, una mujer luchadora con un altísimo sentido de la justicia, que descubre que el final de su periplo contra un importante bufete de abogados es solo el principio de una odisea aún mayor: de la noche a la mañana, su identidad digital queda borrada y ella debe descubrir qué o quién está detrás de un misterio que salpica a más personas de las que imagina. Por fortuna, Ana no está sola. Su hermana Carmen, la coprotagonista de esta historia, correrá junto a ella en esta contrarreloj por descubrir y desarticular una red digital perfecta que amenaza todo lo que les importa. En este sentido, las dos construyen un dúo bien equilibrado: como hermanas, actúan prácticamente igual, con el mismo temple, hasta que se convierten en un único personaje con dos cabezas que piensan casi al unísono y cuya función es dar ánimos a la otra parte cuando la situación les sobrepasa. Rodeando a Carmen y Ana, encontramos un ramillete de personajes tan secundarios que parecen meros extras, aunque puedan tener un papel más importante en momentos puntuales de la historia. Esto hace que nuestras protagonistas brillen con luz propia, canalizando la atención del lector en su huida a contrarreloj para intentar sobrevivir al panorama que les rodea.

La unión fraternal entre Ana y Carmen es uno de los rasgos definitorios de esta novela, donde el trabajo en equipo y la confianza en el otro es vital para la supervivencia.

En oposición a las dos hermanas, encontramos una villana a la altura de las circunstancias, una de estas visionarias que cree en su versión de la realidad con tanta fuerza que incluso el lector se plantea si no tendrán algo de razón en sus palabras. Ella, Helena Zao, tiene sus razones y las desgrana en momentos clave, induciéndonos a una reflexión profunda sobre la tecnología y la necesidad o dependencia que la humanidad tiene de ella.

Código Omega nos invita a plantearnos la necesidad que como sociedad tenemos de los elementos tecnológicos, así como el alcance que estos pueden llegar a tener en nuestro día a día.

Este cuadro de personajes, tan parco como efectivo a la hora de marcar la tensión narrativa, se ve envuelto en una atmósfera magistralmente recreada. En este sentido, es remarcable el detalle de que cuando Ana y Carmen huyen, cuando se esconden o se ven acorraladas, el paisaje en el que se sitúan es una ciudad, Madrid, que cualquiera puede reconocer. Esto contribuye a hacer más dolorosamente real la tesis que marca el pulso de toda la novela: no hay que ir a la Nasa, ni a las calles de Shanghái o a las avenidas neoyorkinas, para que te suceda lo que les está ocurriendo a estas dos hermanas. La IA te puede estar observando, monitorizando tus movimientos o redireccionando tus opiniones, y esto puede estar pasando a tu lado, sin que te des cuenta.

Ana y Carmen recorren en su huida contrarreloj calles que todos podríamos reconocer de nuestra realidad cotidiana, haciendo que su historia cobre una dimensión real inquietante.

Por fuera, la novela, muy cortita, (tan solo tiene 177 páginas, aunque cada una de ellas esté cargada de tensión), está articulada en tres actos, que coinciden grosso modo con las tres partes de la narración tradicional. La acción es a la vez intensa y lenta, haciendo que el lector viva en su interior la desesperación creciente de Ana y comparta su determinación de llegar hasta el final cueste lo que cueste. El estilo de González Prieto es impecable, preciso a la hora de describir situaciones y muy narrativo cuando se trata de recrear la espiral de consecuencias que se desatan con la más mínima actuación de las protagonistas. El diálogo tiene un peso secundario, a pesar de que hay capítulos (sobre todo los que nos permiten conocer algo más a nuestra brillante villana) donde tiene una importancia mayor.

Valoración general

Código Omega es una de estas novelas que no sabes si situar en la ciencia ficción o en el thriller, porque lo que cuentan es increíble, pero podría llegar a pasar, y la forma en la que lo cuentan no permite que te despegues de las páginas. Si buscas emociones fuertes, con una descarga de adrenalina mezclada con una reflexión profunda sobre lo que podría llegar a ser nuestro mundo, esta es tu novela.

Lo mejor: La ambientación, ese Madrid en el que mientras unos siguen con su vida, Ana intenta desesperadamente ganar una batalla contra un enemigo superior a ella. El hecho de que el escenario sea tan realista hace que el lector se crea cada palabra de lo que se cuenta.

Lo peor: La terminología técnica de algunos pasajes: hay tantos términos y datos que la lectura puede volverse algo oscura para los lectores que no estén familiarizados con el mundo de la informática.

AVISO: ¡SPOILERS! EL FINAL DE LA HISTORIA

Debo confesar que no me esperaba este final. Por supuesto, daba por sentado que Ana y Carmen conseguirían de algún modo desarticular la red digital creada por Helena Zao, porque me gustan los finales felices y es uno de los pocos requisitos que suelo pedirle a una historia para adentrarme en ella. Pero ese Madrid postapocalíptico, donde la red eléctrica ha colapsado y todos tienen que volver a un modo de vida rudimentario… da que pensar. Me ha parecido a la vez muy coherente y muy utópico. Me explico: no me creo que no haya mafias saqueando las calles, gente con ataques de ansiedad o agresividad por no tener efectivo con el que comprar, y un largo etcétera (soy docente; la imagen idílica de los diligentes maestros impartiendo una clase en la plaza rodeados de niños que suman con palitos me arranca una sonrisa con tintes escépticos). La realidad es que nuestra sociedad no podría vivir sin energía, al menos esa es mi opinión, por lo que todos los esfuerzos después de un colapso así estarían orientados a la generación de electricidad por el medio que fuera. En fin, habrá que esperar a una nueva entrega de las aventuras de Ana para saber algo más de esta flamante sociedad.

Otra gente ha escrito…

Código Omega: red de sombras lleva relativamente poco tiempo publicado y, sin embargo, ya cosecha muy buenas críticas. Esto es lo que algunos de sus lectores han opinado:

  • Este libro no solo es una aventura llena de adrenalina, sino que también invita a reflexionar sobre el poder de la tecnología en nuestra sociedad y los límites entre la paranoia y la prudencia. Sin duda, Red de Sombras promete dar mucho qué hablar.
  • Para mí, este libro es como si fuera el origen de Matrix, el autor construye una historia trepidante, que nos invita a reflexionar sobre la digitalización, la vigilancia masiva y los límites del conocimiento. Es un libro que te atrapa desde el primer momento y no puedes parar de leer.
  • La pluma del autor es fascinante consigue atraparte desde las primeras páginas y se mantiene la tensión durante todo el libro. Totalmente recomendado.
  • Desde la primera página hasta el final mantiene la intriga y la tensión. Una novela atrapante, sin duda. Su temática y composición la hacen muy realista y actual, resultando imposible no poner al lector en la piel de la protagonista.

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