Entrevista con el vampiro
Reseñas Clásicos

Entrevista con el vampiro (1976, ed. 2009)

Llega un momento en el que tarde o temprano te tienes que enfrentar a los clásicos. Y más si te gusta un determinado género, porque los clásicos son la base de este tipo de historias. Y cuando hablamos de vampiros, toda una leyenda dentro de este tipo de novelas es la autora Anne Rice. Da igual los años que hayan pasado, su serie Crónicas Vampíricas pone las bases para una gran cantidad de obras posteriores. El vampiro moderno, el vampiro que se aleja del carácter decimonónico de Stocker, empieza aquí.

Lo que la editorial cuenta

“—Pero, ¿cuánta cinta tienes? – preguntó el vampiro, y se dio la vuelta para que el muchacho pudiera verle el perfil –. ¿Suficiente para la historia de una vida?

—Desde luego, si es una buena vida. A veces entrevisto hasta a tres o cuatro personas en una noche si tengo suerte. Pero tiene que ser una buena historia. Eso es justo. ¿No le parece?

— Sumamente justo — contestó el vampiro —. Me gustaría contarte la historia de mi vida. Me gustaría mucho.”

Lo que te contamos nosotros

Por dentro, el argumento que se nos presenta es una biografía que, contada en primera persona, bien se podría tildar de autobiografía; es la del vampiro Louis, que va relatando su encuentro con el vampiro Lestat, su conversión y su vida como ser de la noche y, sobre todo, cómo tiene que encajar en el abandono propio de los vampiros sus emociones, que son todavía demasiado humanas.

Louis tiene emociones demasiado humanas.

Creo que ese es el rasgo más característico de Louis. Al principio de la historia se da a entender que los vampiros no sienten, que existe en ellos una distancia con las emociones humanas que los vuelve implacables. De hecho, el propio Louis dice que su miedo lo abandona en los primeros momentos de vampiro. Pero posteriormente, Louis tiene sus emociones a flor de piel. No las demuestra externamente salvo en los momentos más cruciales, y sin embargo están ahí e impregnan todo su relato: la desesperación por no poder acercarse a quienes ama, sus remordimientos iniciales antes sus primeras muertes, el miedo latente a abandonar a Lestat, el amor por Claudia y entre todo ello, la angustia constante de saberse solo por toda la eternidad. En cierta manera, parece ser que es esta contradicción la que atrae a otros vampiros a su persona. Esa capacidad de sentir como humano y que, según él, se va perdiendo conforme adopta los hábitos de los vampiros.

Los dos personajes que comparte el palmarés del protagonismo con él son Lestat y Claudia. El primero es el vampiro creador de Louis y de Claudia. Pero se caracteriza por fracasar en el papel de líder, guía y padre que los otros dos necesitan que ejerza. Lestat no está preparado para esa posición y trata de suplir sus propias inseguridades con un hedonismo que le lleva a ser especialmente despiadado con sus víctimas. Lejos de esa aureola de poder que ejerce sobre sus convertidos, Lestat es solamente un vampiro sin elegancia, casi sin control, que necesita desesperadamente una familia vampírica, pero que no soporta la idea de esa dependencia, lo que lo termina convirtiendo en alguien casi desquiciado.

Claudia es la niña vampiresa de Entrevista con el vampiro
Claudia es la niña vampiresa de Entrevista con el vampiro.

Y la tercera en discordia, Claudia, la más misteriosa y compleja de los tres. Porque Claudia se ve convertida en vampiresa cuando tiene apenas cinco años. Y entonces se ve el desarrollo de una mujer atrapada eternamente en cuerpo de niña. Una interesante disyuntiva que forja su carácter, tanto porque no recuerda haber sido algo diferente de un vampiro, como por su constante acumulación de ira y frustración ante la necesidad de depender siempre de una forma filial de un tercero. Esta situación la vuelve un personaje con mucha profundidad y oscuridad en el interior, difícil de conocer para el propio Louis, que se ve irremediablemente unido a ella por cercanía, porque es al mismo tiempo un padre, un hermano y un amante para ella.

En un plano secundario aparece la figura de Armand, que encarna al vampiro más prototípico. Frío, seductor y elegante hasta el punto máximo, y que fascina a Louis por su aparente superación de la oscuridad vampírica, cuando en realidad, es algo en lo que él ha caído de forma absoluta.

Las tres figuras son utilizadas a lo largo de la trama para justificar ese descenso de Louis a la condenación, para mostrar como su humanidad no muere en el momento de su conversión junto a su cuerpo, sino que es algo que va perdiendo poco a poco en el camino, para gran desesperación de su persona. Porque, en el fondo, Louis parece querer volver atrás el tiempo en cada paso, retornar a su humanidad.

Todo ello, por supuesto, ambientado en lugares exóticos que en el ideario colectivo adquieren una pátina misteriosa: Nueva Orleans, París, los montes Cárpatos. Son lugares vinculados al misterio, al disfrute del placer y a las historias vampíricas más tradicionales. Por supuesto, al amparo de una noche eterna que los vampiros, evidentemente, no pueden abandonar. Así que la novela entera está impregnada de ese halo de misterio que da la noche a enclaves casi fantásticos.

La novela está llena de escenarios góticos.
La novela está llena de escenarios góticos.

Por fuera, la narración va y viene entre la tercera persona general y la narración interna en primera persona de Louis. Es decir, que una historia se engloba dentro de otra mayor que apunta a que va a convertirse en el eje de trama en los siguientes libros (solo he leído este de las Crónicas vampíricas, no sé si será así o no). Además, se caracteriza por ser un relato sin capítulos. Únicamente se establecen cuatro partes, que coinciden con los cambios de escenario en la larga vida de su protagonista. Eso hace que sea algo denso de leer porque no tienes una fragmentación clara de los sucesos, y a mí, particularmente, se me hizo difícil poder establecer cuándo dejar de leer para no acabar dentro de uno de los momentos álgidos de la historia.

Eso sí, tiene buena capacidad de descripción y un vocabulario sugerente para hacer llegar al lector las sensaciones abstractas que inundan a los personajes, lo que convierte a la obra en una historia muy descriptiva y, podría decirse, muy sensorial.

 Valoración general

Entrevista con el vampiro es una obra clásica por la profunda introspección del vampiro protagonista, un punto de inflexión entre los vampiros clásicos y los modernos en la literatura.

LO MEJOR: El hecho de estar narrada en primera persona, lo que hace el desarrollo de Louis como personaje sea muy rico y se compartan sus experiencias y motivaciones.

LO PEOR: Los momentos casi alucinatorios del protagonista que hacen que la trama se escinda en dos durante algunos momentos y pueda resultar confuso.

¡SPOILERS! EL FINAL DE LA HISTORIA

 El final de esta novela no sé si podría calificarse de final. Louis relata sus aventuras hasta el momento en el que se encuentra con el periodista, y cuando ha presentado al elenco de personajes y ha justificado su rendición ante la forma de vida vampírica, simplemente se marcha, dejando todo tan abierto que lo único que puedes sentir es cierta curiosidad por la siguiente novela. La determinación que muestra el joven periodista en encontrar a Lestat es una invitación a continuar, a saber si habrá una recompensa a las acciones, un castigo o si todo seguirá igual. Creo que es un final que refleja muy bien la eternidad del vampirismo. Porque como su vida, la novela en sí, no tiene final.

Otra gente ha escrito…

Entrevista con el vampiro ha suscitado y sigue suscitando ríos de tinta. Todo el mundo ha oído hablar del libro, y son muchos los que lo han reseñado, sobre todo después de una segunda o tercera lectura, lo que por otro lado también nos dice mucho de la densidad de la prosa de la autora. Para una visión completa, aquí os dejo links a otras reseñas que se encuentran en internet:

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