Heima es hogar en islandés (2015)

¿Puede estar tu hogar a miles de kilómetros de casa?

De esta autora, Laia Soler tenía apuntado en mi lista de lecturas Los días que nos separan, por ser el primer premio del certamen de Plataforma Neo, cuyos premiados quería conocer más a fondo. Sin embargo, cómo son las cosas, topé con Heima es hogar en islandés en la biblioteca de mi ciudad y lo comencé a leer antes que el otro.

Lo que la editorial cuenta

Ver la vida en blanco y negro no es divertido.

Laura padece una extraña enfermedad que le impide apreciar los colores, pero si últimamente su vida es gris no es solo porque sufre acromatopsia. Acaba de romper con su novio y sus padres no dejan de pelearse tras el divorcio. Por eso, decide alejarse de todo y toma el primer avión que sale del aeropuerto.

El destino la lleva hasta Reikiavik, Islandia. Allí conoce al simpático Orri, quien le propone emprender un viaje para recorrer el país con él y su no tan simpático amigo Guðjon. Quizá no sea una idea sensata, pero no es que Islandia ofrezca muchas opciones a una chica que se ha escapado de casa.

Lo que Laura nunca podría sospechar es que los dos islandeses esconden un secreto imposible de creer, incluso para alguien como ella, y que ese viaje la cambiará para siempre.

Lo que te contamos nosotras

Por dentro, la novela empieza siendo la aventura de una chica insoportable, Laura, que decide escapar de sus problemas por la puerta de atrás y nos lleva de la mano a un viaje por un país desconocido para muchos. Pero pronto, algo cambia en el ambiente que se respira en compañía de los dos islandeses con los que viaja, y a los que no conoce de nada. El realismo mágico, en el que la autora es experta, hace su aparición y la historia va tomando un rumbo que no es el que el lector espera, ni de lejos. Más que un road trip por Islandia, esta historia es un viaje interior a la psique de cada uno, donde preguntas que siempre están presentes pero que nunca queremos hacernos se nos quedan colgadas en la mente muchos días después de haber leído la última página.

Todos los fenómenos naturales tienen energía

La trama está articulada en torno a tres personajes principales: por un lado tenemos a Laura, la protagonista un tanto egocéntrica e inmadura, cuya impulsividad supone el arranque de la historia. Laura ha sufrido, qué duda cabe, pero su poca evolución como personaje termina por aburrir, y más de una vez me he descubierto asintiendo cuando alguno de los otros personajes le calla la boca con verdades rotundas e incuestionables. Por otro lado, tenemos la pareja formada por Orri y Guðjon, los amigos inseparables que se complementan a la perfección: Orri es puro optimismo, energía y ganas de vivir, y su compañero es un alma atormentada y silenciosa, que parece estar enfadada con todo el mundo. Ambos son personajes muy bien trazados y su evolución es lo que realmente se queda en la memoria de los lectores, pues no estamos ante personajes planos en ningún sentido, sino ante el retrato de dos momentos vitales que nos hacen pensar, y mucho.

La ambientación, en último lugar, está muy cuidada, y cumple lo que promete si te has acercado a este libro con ganas de descubrir el paraíso natural y desconocido que es Islandia. Pero, a medida que la trama avanza, esta ambientación va quedando en un segundo lugar; no es que deje de ser interesante o que pierda calidad, sino que leemos para saber lo que pasará entre los personajes y acaba dando igual dónde ocurra. Así de bien escribe Laia.

Por fuera,: el libro está escrito en primera persona desde el punto de vista de Laura, algo que no varía en ningún momento y que permite que el lector vaya descubriendo los giros argumentales al mismo tiempo que lo hace la protagonista. Además, la autora divide su historia en tres partes bien marcadas por el ritmo de la historia, y titula cada capítulo con el nombre del lugar o monumento natural que en ese momento estén visitando los personajes. En general, se trata de una estructura muy cuidada; pocas veces me he encontrado con un libro donde fondo y forma casen tan bien.

Valoración general

Heima es hogar en islandés es una novela muy original, que mezcla con talento una narración realista con toques mágicos realmente impactantes y una estructura maravillosamente trazada. Sus personajes y vivencias, sobre todo las de Orri, se quedan en la memoria.

LO MEJOR: Orri, Guðjon y los giros argumentales de la trama. No te esperas ni las razones de estos dos amigos para realizar el viaje, ni su evolución personal.

LO PEOR: Laura y su comportamiento infantil. No parece un personaje a la altura de lo que está pasando a su alrededor, y su modo de actuar a veces termina por cansar.

¡SPOILERS! EL FINAL DE LA HISTORIA

El final de Heima es hogar en islandés es desgarrador, de los más tristes que he leído últimamente, y no porque en esencia sea un mal final, sino porque el personaje de Orri es tan vital, tan maravilloso, que enfrentarnos a su realidad nos deja una melancolía que tarda mucho en disiparse. Personalmente, una parte de mí considera esta novela un ejemplo rotundo de que la vida no siempre es todo lo justa que debiera.

Otra gente ha escrito…

Buscando por la red, estas son las reseñas que he podido encontrar. La primera, curiosamente, no es tan antigua (de 2020), lo cual me ha alegrado mucho; significa que más gente además de nosotros se pasa de vez en cuando por las buhardillas literarias. Las otras, como suele ocurrir, son algo más antiguas, pero todas te pueden dar una idea más general de este libro de Laila Soler: