¿Sabéis cuando un libro os encuentra en vez de encontrarlo a él? Pues exactamente eso es lo que me pasó a mí con esta novela salida de la pluma de Joaquín Casanova: recién llegada a Instagram, El eco de los dioses fue de las primeras obras autopublicadas que llamaron mi atención. Solo oía cosas buenas de esta historia… y debo reconocer que no exageraban. Anoté el título del libro en mi lista de pendientes y allí se quedó. Después conocí más de cerca a su autor, y un día me llegó un paquete con un ejemplar dedicado que no pude menos que abrir y admirar. Porque esta novela es, en muchos sentidos, una obra de arte. Vamos a analizar por qué.
Lo que la contraportada te cuenta…
Los ecos de una profecía mucho tiempo olvidada empieza a resonar. Sus versos amenazan con sumir a la humanidad en una oscuridad eterna que erradicará su existencia de la faz del mundo. Los cuatro grandes reinos deberán unirse para romper las cadenas de su fortuna y reescribir su futuro. Una batalla épica se avecina, una danza entra la voluntad de los hombres y los designios implacables del destino.
Bajo esta vorágine, Cincela, la joven a la que le correspondería ser la nueva capitana del reino de Lenov, es obligada a casarse contra su voluntad con el príncipe Tayim. Despojada de su cometido y obligada a reinar justo cuando la humanidad toma las armas. Justo cuando todo pende de un hilo.
Heredera de las mejores tradiciones de la lata fantasía, El eco de los dioses es un a epopeya que va más allá de la lucha entre el Bien y el Mal. Es la batalla de un mundo por su identidad, por seguir siendo quienes son y por no caer en el olvido.
Lo que te contamos nosotras…
Por dentro, esta es la historia del mundo de Gheva, y de cómo se enfrenta a su exterminio y desaparición. Hace siglos, un dios envidioso determinó el fin de la especie humana, y ese día ha llegado, truncando para siempre las vidas de los protagonistas de esta saga: Cincela de Lenov, que sueña con ser soldado de alto rango, pero para la que su rey ha marcado otro destino; Álvar, el rey de Capital, donde la magia bendice a algunos escogidos; Yskar, el rey de Brevodia, que lucha contra las sombras entre nieve y frío; y Adami, el comandante que recibe la misión de ayudarlo en la batalla. Todos ellos seguirán los pasos que les marca el destino, adaptándose a situaciones que les pillan tan de improviso como al lector. Porque, si algo tiene El eco de los dioses, son giros argumentales de los que te quitan el aliento y te aumentan las ganas de leer para saber qué será lo próximo que pase.
La ambientación es otro de los puntos fuertes de la novela. Joaquín nos presenta un mundo dividido en cuatro reinos, cada uno con su especial idiosincrasia: Lenov, el reino más místico; Brevodia, un reino frío donde los edificios son de acero; Davá, la parte del continente que es un vergel, y Capital, donde la magia fluye por las venas de la población. Cada reino es único, pero todos comparten la fe en una religión muy bien explicada, que contribuye a dar profundidad a los personajes, sus acciones y sus diálogos.
Por fuera, debo decir que la estructura de este libro es impecable. 28 capítulos largos, como se estila dentro de la fantasía épica, narrados en tercera persona omnisciente, para conocer los pensamientos y cuanto atañe a los personajes en escena. La trama principal se articula en tres subtramas que se van relacionando entre sí a medida que la historia avanza, puesto que lo que acontece en unas influye en las otras. El autor trenza los argumentos haciéndolos progresar de forma alternativa, dando una visión que siempre es parcial, por lo que la tensión aumenta y se disparan las expectativas.
Cada capítulo está titulado con una sola palabra, un nombre que resume el contenido del mismo. Además, al inicio de cada capítulo nos encontramos el escudo de uno de los cuatro reinos, lo que permite al lector situarse en el espacio y, de esta manera, saber en qué parte de la historia se encuentra. Por otro lado, Casanova suele terminar los capítulos utilizando finales abiertos, un recurso contundente en lo que se refiere a mantener las ganas de leer más para saber qué está ocurriendo entre las páginas.
Valoración general
El eco de los dioses promete ser una saga con todos los ingredientes que caracterizan a la alta fantasía, y en su primera parte, El concilio de los cuatro reinos, lo demuestra sobradamente. Personajes llenos de matices, un mundo elaborado hasta en sus detalles más triviales, un enemigo común que vencer y una profecía que nos mantiene en vilo, todo ello bien combinado para ofrecernos una historia vibrante, épica, de las que sin duda permanecerán en la memoria colectiva.
LO MEJOR: La manera en la que el autor va entrelazando las tramas para que entre todas tejan una red que atrapa la imaginación del lector. (Además del aroma que desprende el libro físico, que me hacía respirar profundamente cada vez que lo abría).
LO PEOR: Determinados giros de guion me han parecido muy bruscos, sin justificación aparente, más allá de la de conseguir sorprender al lector.
AVISO ¡SPOILERS! EL FINAL DE LA HISTORIA
Ah, pero, ¿que este libro tiene final? La verdad es que, de todos los giros que me pillaron desprevenida, la muerte de Álvar es con diferencia el que más me impactó. Me sacó completamente de la lectura, como un puñetazo en el estómago que por un momento te impide la respiración. Veremos a ver de qué manera lo soluciona el autor, porque esto habrá que arreglarlo de alguna forma…
